Aprende
Cuándo introducir las pantallas a mi hijo/a
Cómo construir hábitos digitales saludables para tu familia
La respuesta corta:
- Las pantallas altamente envolventes, como los teléfonos inteligentes y las tabletas, son adictivas. Por esa razón, posponer su introducción el mayor tiempo posible puede ser increíblemente beneficioso.
- Comprender cómo afecta al niño el contenido que consume en la pantalla es clave para decidir cuándo y qué introducir.
Diseñadas para adultos
Tu hijo necesita tiempo para jugar de manera independiente y explorar el mundo a través de actividades prácticas como dibujar, hacer manualidades, correr, trepar y descubrir. También se beneficia de momentos de aburrimiento, ya que estos fomentan la creatividad y la iniciativa. Igualmente, las interacciones significativas y la conversación desempeñan un papel clave en su desarrollo mental y en sus habilidades lingüísticas. [”]
Las pantallas pueden parecer una herramienta maravillosa para entretener o incluso educar, pero la realidad es que los niños pequeños tienen muchísimo por aprender y las pantallas pueden robarles ese tiempo sin que nos demos cuenta. [”]
Los teléfonos inteligentes y las tabletas están diseñados para adultos. Si bien pueden ser útiles en ciertas situaciones, tienen un gran inconveniente cuando se convierten en la solución inmediata para calmar, entretener o tranquilizar a los niños. (Y una vez introducidas, limitar su uso sólo a situaciones específicas, puede resultar sorprendentemente difícil).

Las pantallas están aquí para quedarse, pero lo mismo ocurre con muchas otras cosas que los adultos manejamos mejor que los niños.
Los inconvenientes de usar pantallas para calmar, consolar y entretener
¿Por qué las pantallas no son una solución a largo plazo en estas situaciones?
Porque aprender a calmarse es una habilidad. Los niños necesitan práctica para regular sus emociones. Si siempre recurren a una pantalla para tranquilizarse, pierden la oportunidad de desarrollar sus propias estrategias de afrontamiento, habilidades que les servirán para toda la vida.
Porque aprender a quedarse quieto no se trata solo de que los niños obedezcan. Primero: el hecho de que los niños pequeños no quieran quedarse quietos no es un defecto, es la forma en que la naturaleza garantiza que se muevan lo suficiente para desarrollar cuerpos fuertes y habilidades motoras. Si no somos conscientes de lo que les estamos exigiendo, podríamos, sin darnos cuenta, estar impidiéndoles moverse lo suficiente. Segundo: cuando se trata de quedarse quieto en un restaurante, en el aula o en la mesa, la mayoría de los niños pueden aprenderlo si han tenido suficiente movimiento y si han tenido la oportunidad de practicarlo.
Porque aprender a tranquilizarse es algo que se desarrolla con el tiempo. Probablemente tú tengas tus propias maneras de desconectar, como leer, tomar un baño o hacer respiraciones profundas. Estas no son solo costumbres, son habilidades que has cultivado. Tu hijo/a también necesita la oportunidad de descubrir qué le ayuda a relajarse.
Porque el aburrimiento impulsa la creatividad. Todos queremos que nuestros hijos sean curiosos y creativos y que estén llenos de ideas. Pero la resolución de problemas y el juego independiente no son rasgos con los que simplemente nacemos; son habilidades que desarrollamos con la experiencia. Un niño que siempre está entretenido nunca tiene la oportunidad de practicar cómo inventar su propia diversión, sus propias historias o sus propias soluciones.

Estamos aquí para explorar.
Es un area gris
Es natural preguntarse si estamos pensando demasiado en esto. «¿Por qué debería abordar el tiempo frente a la pantalla de manera diferente a tantas otras familias? ¿Estoy complicando demasiado las cosas?»
Pero a veces, al replantearnos el papel de las pantallas, abrimos nuevas posibilidades para el crecimiento y la conexión familiar.
La conversación sobre los niños y el tiempo frente a la pantalla a menudo comienza con el pie equivocado, como si se tratara simplemente de estar a favor o en contra. Pero, al igual que muchos temas importantes y complejos relacionados con la crianza saludable, se trata de tener acceso a información clara y tomar decisiones bien fundamentadas en cada situación.
Acompáñanos en esta reflexión leyendo los ejemplos a continuación
Lo que tu hijo/a consume en una pantalla importa
Tener control sobre lo que tu hijo/a ve en la pantalla es fundamental. Los servicios de streaming, que permiten seleccionar programas específicos, son mucho mejores que plataformas como YouTube, donde los anuncios inesperados y los videos sugeridos pueden mostrar contenido inapropiado. Los padres desempeñan un papel clave en la dieta digital de sus hijos al elegir programas de calidad, verlos juntos cuando sea posible y hablar sobre lo que ven para fomentar el aprendizaje y el pensamiento crítico.
La calidad de lo que tu hijo/a consume es tan importante como el tiempo que pasa frente a las pantallas. Las investigaciones muestran que los programas de televisión educativos pueden apoyar el aprendizaje, mientras que los programas de ritmo acelerado pueden contribuir a una menor capacidad de atención. Elegir cuidadosamente el contenido al que accede el niño ayuda a moldear su desarrollo cognitivo y emocional. [”]
El tipo de pantalla que usa tu hijo/a importa
Imagina ver una película animada favorita en la televisión junto a tu hijo/a y disfrutar juntos del momento. Ahora, imagina a tu hijo sentado solo, jugando en un iPad. La diferencia se siente y no es casualidad. Los teléfonos inteligentes y las tabletas están diseñados para un uso individual, lo que facilita que los niños accedan a contenido inapropiado y pasen frente a la pantalla más tiempo del que habías previsto. Además, estos dispositivos suelen usarse muy cerca del rostro, lo que puede causar fatiga visual. [”]
Hay momentos en los que el uso de un teléfono o tableta puede ser útil, como en una consulta médica cuando necesitas unos minutos de tranquilidad para hablar. En estos casos, se trata de una herramienta temporal, no de un hábito. Pero fuera de situaciones específicas, los niños rara vez necesitan acceso personal a estos dispositivos y limitar su uso ayuda a fomentar hábitos digitales más saludables.
Abriendo las puertas al Internet
Una vez que tu hijo/a ve algo dañino en Internet, no hay vuelta atrás. Nos esforzamos por protegerlos de muchas maneras, y quizás nuestra intención sea que solo usen el iPad para ver Paw Patrol. Pero con acceso a Internet, unos pocos clics pueden llevarlos mucho más allá de lo que imaginaste, a un mundo diseñado para adultos, no para niños. [”]
Pantallas y desarrollo infantil

Cada familia tiene su propio camino con las pantallas y cada padre lo aborda a su manera. Algunos encuentran que establecer límites claros desde el principio – como permitir la televisión y los videojuegos solo en días específicos o por tiempos determinados – puede establecer con las pantallas saludable que ayuda a evitar conflictos y establecer espectativas.
Vale la pena reflexionar sobre cómo quieres que las pantallas encajen en la vida de tu familia antes de que se conviertan en parte de la rutina diaria o, especialmente, antes de darle a tu hijo/a su propio dispositivo.
Aquí hay algunas reflexiones a considerar:
- ¿Quisieras que tu hijo continúe cultivando el amor por jugar con juguetes, crear, construir, trepar y explorar? Estas experiencias fomentan un desarrollo cerebral esencial, habilidades motoras y salud física. ¿O estás abierto a la posibilidad de que estas actividades enriquecedoras puedan volverse un poco menos atractivas comparadas con la atracción de YouTube o un videojuego favorito?
- ¿Imaginas a tu hijo encontrando alegría en los libros, perdiéndose en historias y dejando volar su imaginación? Si bien muchos niños aman tanto la lectura como el uso de una tableta, puede ser difícil volver a los libros si el entretenimiento interminable de un iPad toma el protagonismo. Muchos padres de niños mayores hablan del desafío de reavivar ese amor por la lectura.
- En lugares como restaurantes, donde esperar en silencio puede ser un reto, las pantallas pueden parecer un salvavidas. Pero piénsalo de esta manera: aprender paciencia y buenos modales en la mesa es una habilidad que requiere práctica, y cada vez que los guías en esto, estás ayudando a tu hijo a aprender a esperar y a interactuar respetuosamente con las personas a su alrededor.

Aprendemos y crecemos a través de la conversación, la conexión y las experiencias compartidas.
Cómo el tiempo frente a la pantalla afecta el desarrollo de tu hijo/a
- Desarrollo cognitivo y rendimiento académico
El tiempo en pantallas durante la primera infancia se ha asociado con retrasos en el desarrollo del lenguaje y la resolución de problemas. [”] - Habilidades sociales y desarrollo emocional
Cuando el tiempo frente a la pantalla reemplaza el tiempo de juego, los niños pierden oportunidades de aprender habilidades sociales y empatía. [”] - Salud física y estilo de vida sedentario
El uso de pantallas generalmente implica estar sentado, lo que puede afectar la salud física del niño y llevar a una vida más sedentaria. [”] - Problemas de visión y aumento de la posibilidad de necesitar gafas
El tiempo prolongado frente a la pantalla, especialmente de cerca, ha sido vinculado con tasas más altas de miopía en niños. [”] - Atención y concentración
Aplicaciones y juegos de ritmo rápido pueden hacer que las tareas del mundo real parezcan más lentas y dificultar la capacidad de concentración. - Regulación emocional y respuesta a la dopamina
Los juegos y videos pueden crear un ciclo de gratificación instantánea que hace que otras actividades parezcan menos emocionantes, lo que impacta la resiliencia emocional. [”] - Problemas de conducta
Algunos contenidos rápidos o intensos pueden afectar el comportamiento de los niños pequeños, haciendo que sean más impulsivos o irritables. [”] - Alteraciones del sueño
La luz azul de las pantallas puede confundir los ritmos naturales del sueño, dificultando que los niños se relajen a la hora de acostarse. [”]

El poder de esperar
Si retrasas la introducción de pantallas y evitas que las tabletas o los teléfonos se conviertan en una parte rutinaria del hogar, los viajes en coche o las salidas, es más probable que tu hijo continúe encontrando alegría en el juego, la creatividad y el movimiento o simplemente estar en presente en el momento. También le das la oportunidad de aprender a manejar sus emociones con tu apoyo, en lugar de recurrir a una pantalla para sentirse mejor. Esta habilidad – saber autorregularse y afrontar las emociones – será un regalo que llevará consigo toda la vida.
Lecturas adicionales:
- Riesgos para la salud y seguridad de los niños en los videojuegos en línea 🎮
Lo que todo padre debería saber - Desconéctate para conectar
El mejor regalo para tu hijo, es tu presencia - Rompiendo la adicción infantil a las pantallas
Acabando con la adicción a pantallas en la infancia